miércoles, 15 de octubre de 2014

"UN CAMINO INTERIOR"

Un camino al interior.


Malena ha sido una pequeña muy alegre, sensible, simpática, con ojos pequeños pero tristones, de voz dulce y suave; le gusta la música desde que era un bebé, su madre le contaba que cuando nació, llegó a casa arropada entre sus brazos y cuando Malena tenía sueño lloraba pero al acostarla en la cuna su mamá encendía la radio en la emisora de música clásica entonces Malena dejaba de llorar y se entregaba al más dulce de sus sueños.

A medida que fue creciendo Malena encontró en la música su refugio, su mundo y sobraban las palabras, siempre dormía escuchando música.
En la adolescencia le regalaron para su cumple un radiocasete ¡Qué ilusión más grande! Era el regalo más deseado.
Todos los días y todas las noches se colocaba los cascos para entrar en ese inmenso mundo de la música que a su vez la trasportaba a otro mundo, su mundo interior. Así, poco a poco, sin despegarse de la música se fue adentrando al mundo interior. Todo aquello que había vivido hasta ahora, lo bueno, lo malo, todo ello estaba allí, en ese mundo interior.

¿Cuál es la llave que abrirá esta puerta? se preguntaba, la puerta, el paso al interior, solo un paso y estaría en el otro lado. Sentía ganas y deseaba intensamente poder llegar al otro lado, traspasar la puerta que le mostraría su mundo interior.
Pero para ello había que emprender un gran camino, nada fácil por cierto, pero no imposible de andar.

Malena se hizo mayor, se dedicó a la música, era su compañera de viaje, la música era "la llave que abriría la puerta al mundo interior".
Poco a poco, lentamente, cada día dando pasos, trabajando y esforzándose mucho, con una única compañera "la música", llegó el día y abrió la puerta que tanto le intrigaba.
Imposible pensaba, allí había de todo, se encontró con muchas cosas, cosas que dolían mucho pero sobretodo encontró a otra Malena que gritaba con todas sus fuerzas pidiendo ser libre.
¡Qué susto más grande! No había nada mágico en el mundo interior, solo dolor, piedras, espinas, oscuridad y una voz clamando libertad.

Los días pasaron, los meses pasaron y los años también pasaron pero Malena pese al horror que encontró en su interior siguió intentando una y otra vez adentrarse sin miedos, abrazando sus miedos, amando sus miedos y ello la llevó a abrazarse, amarse, respetarse y aceptarse a sí misma.

Los días pasaron, los meses pasaron y los años también pasaron. Malena es una una mujer entera y libre porque dio el paso a su mundo interior, abrazó e hizo uno el mundo exterior y el interior dejando libre a aquella voz que gritaba desangrada desde lo más profundo de su ser.
Malena es libre de sí misma.

"UN CAMINO INTERIOR"

Un camino al interior.


Malena ha sido una pequeña muy alegre, sensible, simpática, con ojos pequeños pero tristones, de voz dulce y suave; le gusta la música desde que era un bebé, su madre le contaba que cuando nació, llegó a casa arropada entre sus brazos y cuando Malena tenía sueño lloraba pero al acostarla en la cuna su mamá encendía la radio en la emisora de música clásica entonces Malena dejaba de llorar y se entregaba al más dulce de sus sueños.

A medida que fue creciendo Malena encontró en la música su refugio, su mundo y sobraban las palabras, siempre dormía escuchando música.
En la adolescencia le regalaron para su cumple un radiocasete ¡Qué ilusión más grande! Era el regalo más deseado.
Todos los días y todas las noches se colocaba los cascos para entrar en ese inmenso mundo de la música que a su vez la trasportaba a otro mundo, su mundo interior. Así, poco a poco, sin despegarse de la música se fue adentrando al mundo interior. Todo aquello que había vivido hasta ahora, lo bueno, lo malo, todo ello estaba allí, en ese mundo interior.

¿Cuál es la llave que abrirá esta puerta? se preguntaba, la puerta, el paso al interior, solo un paso y estaría en el otro lado. Sentía ganas y deseaba intensamente poder llegar al otro lado, traspasar la puerta que le mostraría su mundo interior.
Pero para ello había que emprender un gran camino, nada fácil por cierto, pero no imposible de andar.

Malena se hizo mayor, se dedicó a la música, era su compañera de viaje, la música era "la llave que abriría la puerta al mundo interior".
Poco a poco, lentamente, cada día dando pasos, trabajando y esforzándose mucho, con una única compañera "la música", llegó el día y abrió la puerta que tanto le intrigaba.
Imposible pensaba, allí había de todo, se encontró con muchas cosas, cosas que dolían mucho pero sobretodo encontró a otra Malena que gritaba con todas sus fuerzas pidiendo ser libre.
¡Qué susto más grande! No había nada mágico en el mundo interior, solo dolor, piedras, espinas, oscuridad y una voz clamando libertad.

Los días pasaron, los meses pasaron y los años también pasaron pero Malena pese al horror que encontró en su interior siguió intentando una y otra vez adentrarse sin miedos, abrazando sus miedos, amando sus miedos y ello la llevó a abrazarse, amarse, respetarse y aceptarse a sí misma.

Los días pasaron, los meses pasaron y los años también pasaron. Malena es una una mujer entera y libre porque dio el paso a su mundo interior, abrazó e hizo uno el mundo exterior y el interior dejando libre a aquella voz que gritaba desangrada desde lo más profundo de su ser.
Malena es libre de sí misma.