lunes, 25 de mayo de 2015

"LAS FRIALDAD DE LA IGLESIA"

Hace unos días Malena ha tenido uno de esos sueños llamados "Sueños-Mini-Serie", estos son aquellos sueños que aunque te despiertes varias veces por la noche al volverte a dormir los retomas o vuelven solos a tu mente continuando como si no hubieras despertado.

Malena se encuentra con su esposa en casa de su sobrina de 13 años, de repente la adolescente les cuenta a sus tías que quiere bautizarse (sus padres no la bautizaron porque no son creyentes) pero respetan la decisión de su hija. Malena y su mujer escuchan a la niña que les dice convencida que quiere bautizarse y que para ello necesita unos padrinos pero ella ha decidido que sean sus tías (Malena y su esposa).
Las tías miran extrañadas a la niña que insiste totalmente convencida de lo que quiere, Malena le advierte que esto no puede ser ya que ellas son una pareja de lesbianas y la iglesia no comulga con ello pero la niña no da brazo a torcer diciendo que ellos no tienen por qué saber que sus tías son lesbianas.

En fin, al día siguiente comienzan a moverse para presentar los papeles necesarios para ser madrinas del bautismo de su sobrina. Malena mira a su mujer y le dice "no se si esto será buena idea" entonces su mujer dice "lo intentaremos por la niña".
En lo más profundo del sueño Malena se encuentra sentada con su mujer y la niña en un parque donde también puede ver a toda la familia de parte de su mujer y la de ella recién llegada desde Argentina.
Al levantar la vista ven una iglesia antigua, estas de piedras grandes, puertas enormes y anchas, con su campanario y un parque al lateral; entonces la niña dice que deberían entrar las tres y presentarse con los papeles pero Malena dice a su sobrina que prefieren entrar ellas solas primero y que espere en el parque con la familia.

Malena y su mujer entran, las atiende un sacerdote mayor, alto, calvo y muy amable. Ellas se presentan ante el sacerdote sin decir que son lesbianas y mucho menos casadas, dicen que son tías de la niña tal que quiere ser bautizada por decisión propia a sus 13 años. El sacerdote las mira y dice "muy bien, no hay ningún problema, ¿quién es la madrina?" y las tías responden "las dos". El sacerdote dice: "Perdonen pero ha de ser una y luego el padrino ¿quién será?". Las tías insisten en que la niña quiere que tener dos madrinas y no un padrino. El sacerdote las mira y dice que esperen fuera mientras marcha hacia dentro con los documentos en la mano.

Las tías le comentan a la niña que no será sencillo y ella las mira con una carita de desilusión insistiendo que si no era así no se bautizaría.
Al ver que el sacerdote se demoraba las tías decidieron entrar y dentro estaba una señora (la secretaria del sacerdote, una señora mayor con su pelo recogido) sentada frente a un escritorio con muchos papeles y dice: "¿precisan algo?" las tías contestan: "estamos esperando al sacerdote con quién estuvimos hablando recién"; la secretaria dice: "Ah sí, sí, Monseñor." Malena mira rápidamente a su mujer y le dice: "es el obispo" esto no va a funcionar.
En eso aparece el obispo y les dice que lo siente mucho que o hay padrino o nada, que la niña no puede ser bautizada.
La mujer de Malena (quien es agnóstica) dice: "pero no hay ninguna posibilidad, es por la niña que tiene toda la ilusión" El obispo ya no tan amable dice: "me temo que no".
Entonces Malena (que sí es creyente y está bautizada, confirmada y ha recibido su primera comunión) se enciende y estando de pié con las manos sobre el escritorio del obispo le dice: "¿qué clase de religión es esta que niega a una niña ser hija de Dios, pertenecer a la iglesia porque no tiene padrino?" " Se supone que Cristo vino a dar testimonio de amor, a perdonar, a mirar el corazón de las personas. ¿Dónde está la caridad?"
"La Iglesia debería mirar el alma, el corazón de sus hijos y no el sexo, la altura, la raza ni tonterías de esas porque no es eso lo que Cristo vino a trasmitir."
El obispo (un poco incómodo pero firme e implacable en su decisión) dice: "Lo siento, lo siento pero no puede ser".
La mujer de Malena la coge del brazo diciendo: "déjalo Malena, no merece la pena, si son todos iguales, vayámonos"

Salen fuera, la niña se acerca corriendo hacia sus tías y al ver sus caras se da cuenta de que no ha ido bien entonces rompe en llanto abrazando a sus tías.

Malena vuelve a entrar y le dice al obispo: "Monseñor, ahí fuera está la niña llorando sin consuelo, todo porque la iglesia no admite que tenga dos madrinas. Que quede muy claro que es la misma iglesia quien le está negando a una adolescente profesar a esta fe." Y se marcha diciendo bajo, "todo por papeles, por sexo, es increíble".

Malena despierta de repente del sueño angustiada por la niña y aunque sabe que lo ha soñado, enseguida se lo cuenta a su mujer y le dice: "tengo la carita de la niña en mi mente y no puedo quitármela, si la hubieras visto".
Malena vuelve a la realidad cuando su mujer riéndose mientras desayunan dice: "ni loca piso yo la iglesia".
Entonces se ríen juntas pero Malena no puede borrar de su mente el revuelo de sentimientos que le ha provocado el dichoso sueño.

"Los Sueños, Sueños son"




"LAS FRIALDAD DE LA IGLESIA"

Hace unos días Malena ha tenido uno de esos sueños llamados "Sueños-Mini-Serie", estos son aquellos sueños que aunque te despiertes varias veces por la noche al volverte a dormir los retomas o vuelven solos a tu mente continuando como si no hubieras despertado.

Malena se encuentra con su esposa en casa de su sobrina de 13 años, de repente la adolescente les cuenta a sus tías que quiere bautizarse (sus padres no la bautizaron porque no son creyentes) pero respetan la decisión de su hija. Malena y su mujer escuchan a la niña que les dice convencida que quiere bautizarse y que para ello necesita unos padrinos pero ella ha decidido que sean sus tías (Malena y su esposa).
Las tías miran extrañadas a la niña que insiste totalmente convencida de lo que quiere, Malena le advierte que esto no puede ser ya que ellas son una pareja de lesbianas y la iglesia no comulga con ello pero la niña no da brazo a torcer diciendo que ellos no tienen por qué saber que sus tías son lesbianas.

En fin, al día siguiente comienzan a moverse para presentar los papeles necesarios para ser madrinas del bautismo de su sobrina. Malena mira a su mujer y le dice "no se si esto será buena idea" entonces su mujer dice "lo intentaremos por la niña".
En lo más profundo del sueño Malena se encuentra sentada con su mujer y la niña en un parque donde también puede ver a toda la familia de parte de su mujer y la de ella recién llegada desde Argentina.
Al levantar la vista ven una iglesia antigua, estas de piedras grandes, puertas enormes y anchas, con su campanario y un parque al lateral; entonces la niña dice que deberían entrar las tres y presentarse con los papeles pero Malena dice a su sobrina que prefieren entrar ellas solas primero y que espere en el parque con la familia.

Malena y su mujer entran, las atiende un sacerdote mayor, alto, calvo y muy amable. Ellas se presentan ante el sacerdote sin decir que son lesbianas y mucho menos casadas, dicen que son tías de la niña tal que quiere ser bautizada por decisión propia a sus 13 años. El sacerdote las mira y dice "muy bien, no hay ningún problema, ¿quién es la madrina?" y las tías responden "las dos". El sacerdote dice: "Perdonen pero ha de ser una y luego el padrino ¿quién será?". Las tías insisten en que la niña quiere que tener dos madrinas y no un padrino. El sacerdote las mira y dice que esperen fuera mientras marcha hacia dentro con los documentos en la mano.

Las tías le comentan a la niña que no será sencillo y ella las mira con una carita de desilusión insistiendo que si no era así no se bautizaría.
Al ver que el sacerdote se demoraba las tías decidieron entrar y dentro estaba una señora (la secretaria del sacerdote, una señora mayor con su pelo recogido) sentada frente a un escritorio con muchos papeles y dice: "¿precisan algo?" las tías contestan: "estamos esperando al sacerdote con quién estuvimos hablando recién"; la secretaria dice: "Ah sí, sí, Monseñor." Malena mira rápidamente a su mujer y le dice: "es el obispo" esto no va a funcionar.
En eso aparece el obispo y les dice que lo siente mucho que o hay padrino o nada, que la niña no puede ser bautizada.
La mujer de Malena (quien es agnóstica) dice: "pero no hay ninguna posibilidad, es por la niña que tiene toda la ilusión" El obispo ya no tan amable dice: "me temo que no".
Entonces Malena (que sí es creyente y está bautizada, confirmada y ha recibido su primera comunión) se enciende y estando de pié con las manos sobre el escritorio del obispo le dice: "¿qué clase de religión es esta que niega a una niña ser hija de Dios, pertenecer a la iglesia porque no tiene padrino?" " Se supone que Cristo vino a dar testimonio de amor, a perdonar, a mirar el corazón de las personas. ¿Dónde está la caridad?"
"La Iglesia debería mirar el alma, el corazón de sus hijos y no el sexo, la altura, la raza ni tonterías de esas porque no es eso lo que Cristo vino a trasmitir."
El obispo (un poco incómodo pero firme e implacable en su decisión) dice: "Lo siento, lo siento pero no puede ser".
La mujer de Malena la coge del brazo diciendo: "déjalo Malena, no merece la pena, si son todos iguales, vayámonos"

Salen fuera, la niña se acerca corriendo hacia sus tías y al ver sus caras se da cuenta de que no ha ido bien entonces rompe en llanto abrazando a sus tías.

Malena vuelve a entrar y le dice al obispo: "Monseñor, ahí fuera está la niña llorando sin consuelo, todo porque la iglesia no admite que tenga dos madrinas. Que quede muy claro que es la misma iglesia quien le está negando a una adolescente profesar a esta fe." Y se marcha diciendo bajo, "todo por papeles, por sexo, es increíble".

Malena despierta de repente del sueño angustiada por la niña y aunque sabe que lo ha soñado, enseguida se lo cuenta a su mujer y le dice: "tengo la carita de la niña en mi mente y no puedo quitármela, si la hubieras visto".
Malena vuelve a la realidad cuando su mujer riéndose mientras desayunan dice: "ni loca piso yo la iglesia".
Entonces se ríen juntas pero Malena no puede borrar de su mente el revuelo de sentimientos que le ha provocado el dichoso sueño.

"Los Sueños, Sueños son"




miércoles, 13 de mayo de 2015

"LA DEPRESIÓN"

¡Hola Mi Amor!
¡Hola Mi vida!

Malena siente la necesidad de compartir algo especial que le ha sucedido con su mujer. Aunque parezca que a Malena le haya causado dolor ha sido al contrario, la ha ayudado a despertar, a reaccionar.

Hola mi vida, hay algo que quiero contarte. Anoche mientras preparábamos la mini cena, dos tazas de leche (una desnatada para tí y otra de soja para mí) con unas galletas, apoyaste tu cabeza sobre mi pecho y me dijiste "ya no me haces mimines como antes" (reconozco que ese "antes" es hace muchísimo) y te dí un beso en la cabeza mientras la acariciaba, luego dijiste "a veces siento que me haces a un lado) y me quedé shockeada, no sabía que decir, sólo: ¡Perdóname mi amor, lo siento, perdóname! y pensé para mis adentros "yo misma me hago a un lado ¿cómo no vas a sentirte así mi amor?"
Ésto me causó mucho dolor y debo reconocer que "Me mataste" cuando me dijiste esto, sé que no es un reproche, sólo la necesidad de sentir que estamos juntas y está lejos de mí apartarte de mi lado.
Me doy cuenta que hasta me aparto yo de mí misma, como una negación a seguir viviendo en este cuerpo lleno de miserias y tengo claro que si no me acepto, no me quiero entonces no seré capáz de querer a los demás, pero no es mi intención apartarte.
No sé que me pasa, todo me supera, la depresión, la angustia, las enfermedades, no puedo conmigo misma.

No quiero hacerte sentir que me pides demasiado ni te sientas egoísta por pedirme que te integre, no sé como hacerlo ¡ayúdame!.
No quiero que leas este escrito (aunque sería mejor que lo leyeras), ni hacerte saber lo que he sentido cuando me dijiste "siento que me apartas" simplemente, no sé cómo hacerte parte de mí, cómo acercarte, tenme paciencia, sé que tienes demasiada paciencia y siento que abuso de ti pidiéndote más.
No quiero que esto lo sientas como un reproche, porque no lo es, sólo has golpeado a mi puerta con esa frase "siento que me apartas de ti" y me ha dolido no por tus palabras sino porque me he dado cuenta de lo que significan, tú siempre estás y yo con las excusas de la salud me he encerrado y no te doy ni siquiera una caricia; soy un desastre, lo siento mi amor, perdóname, lo siento de verdad. Haz llamado a mi puerta y me asusté porque el sonido de tus palabras y el sentido de ellas me hicieron reaccionar.
Sentimientos de miedo y de despertar a la vez. ¡Gracias mi vida! Te prometo que de ahora en más lo intentaré porque además de hacerte parte de mi vida, además de que te guste que te acaricie, será un nuevo reto, un desafío que me ayudará a salir de mí misma, de ese pozo negro en el que estoy metida y quiero salir. ¡Quiero estar contigo!



"LA DEPRESIÓN"

¡Hola Mi Amor!
¡Hola Mi vida!

Malena siente la necesidad de compartir algo especial que le ha sucedido con su mujer. Aunque parezca que a Malena le haya causado dolor ha sido al contrario, la ha ayudado a despertar, a reaccionar.

Hola mi vida, hay algo que quiero contarte. Anoche mientras preparábamos la mini cena, dos tazas de leche (una desnatada para tí y otra de soja para mí) con unas galletas, apoyaste tu cabeza sobre mi pecho y me dijiste "ya no me haces mimines como antes" (reconozco que ese "antes" es hace muchísimo) y te dí un beso en la cabeza mientras la acariciaba, luego dijiste "a veces siento que me haces a un lado) y me quedé shockeada, no sabía que decir, sólo: ¡Perdóname mi amor, lo siento, perdóname! y pensé para mis adentros "yo misma me hago a un lado ¿cómo no vas a sentirte así mi amor?"
Ésto me causó mucho dolor y debo reconocer que "Me mataste" cuando me dijiste esto, sé que no es un reproche, sólo la necesidad de sentir que estamos juntas y está lejos de mí apartarte de mi lado.
Me doy cuenta que hasta me aparto yo de mí misma, como una negación a seguir viviendo en este cuerpo lleno de miserias y tengo claro que si no me acepto, no me quiero entonces no seré capáz de querer a los demás, pero no es mi intención apartarte.
No sé que me pasa, todo me supera, la depresión, la angustia, las enfermedades, no puedo conmigo misma.

No quiero hacerte sentir que me pides demasiado ni te sientas egoísta por pedirme que te integre, no sé como hacerlo ¡ayúdame!.
No quiero que leas este escrito (aunque sería mejor que lo leyeras), ni hacerte saber lo que he sentido cuando me dijiste "siento que me apartas" simplemente, no sé cómo hacerte parte de mí, cómo acercarte, tenme paciencia, sé que tienes demasiada paciencia y siento que abuso de ti pidiéndote más.
No quiero que esto lo sientas como un reproche, porque no lo es, sólo has golpeado a mi puerta con esa frase "siento que me apartas de ti" y me ha dolido no por tus palabras sino porque me he dado cuenta de lo que significan, tú siempre estás y yo con las excusas de la salud me he encerrado y no te doy ni siquiera una caricia; soy un desastre, lo siento mi amor, perdóname, lo siento de verdad. Haz llamado a mi puerta y me asusté porque el sonido de tus palabras y el sentido de ellas me hicieron reaccionar.
Sentimientos de miedo y de despertar a la vez. ¡Gracias mi vida! Te prometo que de ahora en más lo intentaré porque además de hacerte parte de mi vida, además de que te guste que te acaricie, será un nuevo reto, un desafío que me ayudará a salir de mí misma, de ese pozo negro en el que estoy metida y quiero salir. ¡Quiero estar contigo!